DURMIENDO CON EL ENEMIGO

Decía el escritor que nunca ganó un Nobel de literatura más allá de la insistencia y frustración de sus acólitos pequeño burgueses y oligarcas para traficar el triunfo del "padre de la democracia" (titulo rimbombante si los hay , tanto como quien lo designó) "...el triunfo del radicalismo a sido el retorno a la sensatez , a la ética y al buen sentido, por el hecho que una mayoría de argentinos está harta de la mitología grasa del primer trabajador y del hada rubia "... son los mismos negros pero más viejos decían por aquel entonces en los comités democráticos mientras que sus jóvenes morados cantaban a viva voz "paredón paredón a todos los boludos que votaron a Perón" toda una manifestación de convivencia política y de amor al pueblo de los cultores de esa democracia con la cual no se come ni se cura ni se educa .

Ahora bien, si Ud. Me dice que en 40 años algo cambió, perdone, pero creo que Ud. Vive en la isla de la fantasía, porque no solo no cambió, sino que el odio y la discriminación de la oligarquía y sus empleados pequeño-burgueses se exacerbó a niveles infinitos. Porque para estos que tanto hablan de libertad y democracia eso no significa otra cosa que la derrota del peronismo, de los negros, planeros ,y toda esa galería de epítetos que esgrime esta nueva generación descendiente de aquellos que en 1955 bombardearon y masacraron al pueblo y en el 83 festejaban no el triunfo de Alfonsín sino la derrota de los trabajadores peronistas, su modelo de país y la instauración del neoliberalismo como la nueva cara del viejo capitalismo decimonónico.

Se instala de esa manera en nuestro país el capitalismo como religión laica que tiene como principales dogmas que la economía es regida por la mano invisible del mercado. Utilizando la publicidad como su principal herramienta de amancebamiento, inducen a la sociedad a consumir el excedente de su producción y la mercancía superflua, incluso aquellos productos que son perjudiciales para su salud como alimentos ricos en azúcar y grasa saturada .

El capitalismo todo lo transforma en mercaderías y el neoliberalismo mercantiliza los servicios esenciales como los sistemas de salud, la educación, el agua y la energía , globalización mediante. A tal punto han llegado, que miles de individuos consideran que el neoliberalismo es una etapa avanzada de la civilización, al igual que aquellos que en la antigüedad suponían que la esclavitud era un avance civilizatorio.

Bueno hoy también hay algunos que piensan que los enunciados por la doctrina y las realizaciones hechas por el peronismo son ya una categoría histórica que ha sido superada por alguna otra tendencia de jóvenes bullangueros que han visto en el Estado y en la política, no una vocación de servicio, sino una agencia de empleos para satisfacer sus necesidades personales (jóvenes y no tan jóvenes también) .

RICARDO BLANCO