ME ATREVO

14.11.2022

Era una tarde apacible de otoño de 1979, cuando tres jóvenes estudiantes de derecho se reunieron para tomar un café en el bar de la esquina de Pueyrredón y Córdoba, y no era por cierto una simple y vulgar reunión de amigos o compañeros de estudio, su compromiso con la realidad política del país no era algo ajeno a sus preocupaciones. Esa realidad política oscura que vivía el suelo patrio en aquel momento hacía que su relación fuera mucho mas intensa que la de simples compañeros de estudio. Por eso ese día no se reunieron para hablar del próximo parcial ni de que texto estudiar tal materia, se reunieron para poner la piedra fundacional de una agrupación política universitaria y desde esa herramienta hacer más activa y organizada su resistencia a la dictadura.

Después de un breve intercambio de ideas y, como la decisión estaba tomada, sólo les bastó encarar el tema del bautismo, del nombre que iba a tener ese espacio político universitario. En la Facu ya existía el JUN (juventud universitaria nacional) y el FON ( frente de orientación nacional) en este último se destacaba como referente otro joven llamado Alberto Fernández -Albertito- para nosotros, es entonces que al que esto escribe se le ocurre patear el tablero y no negar nuestra identidad. Nada de nacional, que si bien lo somos, por sobre todo somos peronistas, así que propongo que nos llamemos FRENTE PERONISTA UNIVERSITARIO (FREPU) y así fue que nació el FREPU como la única organización universitaria que en esa época ostentara orgullosamente el nombre de PERONISTA.

Para aplacar ese entusiasmo fundacional y como ya se acercaba un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de nuestro Líder el General Perón acordamos hacer unas pintadas el primero de julio en la facultad de derecho. Ahí nos dirigimos aquella noche del 30 a la madrugada del 1ero de julio después de encontrarnos en la esquina de Las Heras y Pueyrredón provistos de los correspondientes aerosoles y de un vehículo -creo que era un 504- al volante de Jorge. Y en rápida acción comando estampamos en la subida del puente de Figueroa Alcorta la siguiente consigna " PRESENTE MI GENERAL ....LIBERTAD A ISABEL... FREPU" , de ahí y llenos de un entusiasmo irracional e irresponsable nos dirigimos raudamente a la zona de tribunales para continuar con la tarea de dejar ahí nuestra firma.

El puente de Figueroa Alcorta había perdido su virginidad, y el FREPU lo hizo ...jajaja

Después, ya en democracia, cada uno siguió los caminos que nos demandó el destino, por eso mis queridos lectores, sólo me tomé el atrevimiento de contar una anécdota de lo que cada uno puede llegar a hacer para contribuir con su esfuerzo personal a una causa, a un ideal de justicia, porque como dice nuestro Papa FRANCISCO "EL QUE NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR" hoy aquellos tres jóvenes protagonistas son abogados, uno es embajador argentino en Estados Unidos de Norte América, el otro es diputado nacional, Jorge Martín Arguello (arguellito) Eduardo Felix Valdés (el gordo) y por supuesto el que suscribe este recuerdo mas conocido como el negro Blanco.

Ricardo Blanco

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