UN ADIÓS AL TANO CAPORALE

Hoy estuve, junto a un grupo de peronistas y a otro de marxistas, casi todos porteños, despidiendo al tano, y siento el impulso de compartir algunos recuerdos.
Sus documentos decían que el nombre completo era Cosme Antonio Caporale, pero incluso amigos cercanos no lo sabían. Bueno, sus documentos también decían que era italiano, aunque casi toda su vida, y toda su militancia, era bien argentina.
Pero nunca se molestó en nacionalizarse. Nada ingenuo, sabía que figurar como extranjero lo sacaba de la competencia por los cargos más codiciados en las inevitables pujas por las listas, y eso le ayudaba a sumar voluntades.
Porque tuvo la suerte de tener un destino y conocerlo. Lo suyo fue la lucha política y social.
Se formó en el partido comunista argentino, un disciplinado apparatchik. Cuando la Unión Soviética se derrumbó, fue uno de los -bastantes- que encontraron su lugar en el peronismo.
Lo suyo no fue oportunismo, ni tampoco la resignación de «es lo que hay». Pudo ver, de primera mano, el derrumbe de una economía centralizada, de un Estado burocratizado. Y reflexionaba que el error básico del experimento soviético fue no entender el rol del empresario en la economía.
(No es sorprendente. Por mecanismos sociales que el análisis marxista nunca encaró, fue el comunismo la fuerza política que en nuestro país mejor organizó, en su tiempo, a los empresarios pequeños y medianos. De ahí vino José Ber Gelbard, y muchos otros.
Y fue el comunismo argentino el que organizó el aparato financiero más eficiente en el espacio de pymes y cooperativas. El Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, hasta que Martínez de Hoz y el Proceso lo cancelaron.)
Una digresión. Mi amistad con Caporale es más reciente, de este siglo. Pero la dupla que èl formó con Luis Echeandía -un peronista nacido y criado- fue puntal en varios de los intentos por hacer que el peronismo porteño fuera… más peronista. No lo consiguieron, claro, pero se esforzaron.
Estos recuerdos tienen que ver con una reflexión sobre ideologías, doctrinas y personas. El padre Toto, de Barracas -otro luchador social- pronunció unas palabras antes que cerraran el ataúd. Mencionó que Caporale era ateo, y que eso no le impidió trabajar por el bien común, entre los más humildes.
Pensé mientras lo escuchaba que el tano fue mejor cristiano que muchos bautizados de misa dominical. Y mejor peronista.
Por mi parte, soy dudante. Pero es bueno pensar que el tano y Luis siguen estando en alguna parte, empujando por sus ideales.
ABEL FERNANDEZ
N de R: Hacemos nuestras las sentidas palabras de Abel Fernandez, el artículo original se puede leer en https://abelfer.wordpress.com/2024/08/21/un-adios-al-tano-caporale/